A veces es increíble todo lo que se tiene que soportar al lidiar con un sistema de contestación automática (IVR) de alta tecnología pero poca inteligencia.
El problema empieza con menus largos, y en muchos casos con categorías que no son muy claras. Algunos piden que ingresemos números de contrato o de tarjeta. Cuando finalmente nos atiende una persona, la primer pregunta suele ser que le demos nuevamente ese número. A veces se nos somete a anuncios, o peor aún, avisos sobre la importancia que tiene nuestra llamada (si fuera verdaderamente importante.. ¿no valdría la pena contestarla?)
El IVR es tecnología que evidentemente llegó para quedarse, y cuando funciona bien puede resultar en una experiencia satisfactoria para el cliente, pero hay muchos sistemas que parece que fueron diseñados para evitar el contacto con una persona a toda costa. Puede ser que para la empresa no es tan importante nuestra llamada como dicen, pero en ocasiones, para el que habla, sí lo es.
jueves, 29 de julio de 2010
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Me ha pasado infinidad de veces que al comunicarme a algún centro de atención termino por colgar la llamada, lo que quiero es hablar con una persona y que esa persona me escuche...
ResponderEliminarLa tecnología avanza pero nos aleja cada vez mas del contacto con las personas.
Es totalmente molesto el hecho de que no atiendan a las personas con la rapidez que uno la requiere
ResponderEliminarUno tiene un problema que resolver, deseamos tener una respuesta rápida, necesito que alguien conteste mi llamada y se interese por darme una solución.
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